LOS VACIOS SOCIALES

LOS VACIOS

SOCIALES

LA PROBLEMÁTICA DE LA

SOCIEDAD ACTUAL

BASE Y CONDICION DE UN NUEVO

SOCIALISMO EN LIBERTAD.

VACIOS

JULIO DURAND LAZO

NOTA:

El presente ensayo es sólo una parte de un ambicioso proyecto: “El Tercer Sector”, corresponde a los vacíos sociales, como tal lo reproduzco tal conforme lo desarrollé en base a una serie de lecturas de obras significativas.

Lima 8 de Julio de 2010

PRESENTACION

Revelo el Tercer Sector o la cimentación del socialismo moderno. En esta develación se compendia las posibilidades de un socialismo real idóneo para su implementación creadora, en democracia y en libertad, suscitando la renovación de la sociedad, a la vez, el desenlace de sus principales problemas.

El Tercer Sector compone una gran síntesis: problemas, teorías, paradigmas, proyectos, propuestas, se condensan teniendo como eje el socialismo y su creación. Este ensayo no es definitivo, sin embargo, es la consumación de tres décadas de sueños, teorizaciones, ensayos, experimentos y experiencias, armonizadas para concurrir al debate sobre el futuro de la sociedad, fundamentalmente, dirigidos a la acción de plasmar un nuevo socialismo.

El Autor

Febrero – 005

I

LOS VACIOS

Las dificultades de la sociedad globalizada, las complicaciones de nuestras sociedades ya marginales (como el Perú), se compendian, en una voz: VACIO, que nos evoca la sensación del vértigo y de fuerzas que nos impelen a caer.

El vacío extracto de nuestros problemas no es físico o espacial, es esencialmente social, y no es un sino plural. Es vacío económico al ser desocupación, es vacío de realización social al ser exclusión, vaciedad o inutilidad de ser en sociedad. Es vacío político, agujero negro, desfase y ausencia de dirección histórica. Es vacío cultural de instituciones huecas, cascarones sin contenido. Es vacío filosófico, existencial, psicológico, de un no saber hacia donde vamos

La nada que nos devasta es lo social que se descompone y desmorona. Y nos hace imaginar bloques de estructuras que entrechocan, impulsados por fuerzas (desconocidas), desintegrándose, o corrientes (tendencias), que desde direcciones opuestas se encuentran y colisionan engendrando torbellinos o remolinos voraces.

Como en una pesadilla interminable, estos remolinos aumentan, se expanden a pesar de las promesas y esfuerzos por ponerle fin. Y crecen los desocupados, los excluidos, y, se multiplica el martirio silencioso de millones de seres humanos.

La sociedad moderna tiene sus vacíos, sus monstruos, pero, a diferencia de los antiguos, simbolizados en cíclopes, minotauros, no se vislumbra los héroes salvadores, es un enigma que debemos resolver.

Lo social se concentra en un núcleo cada vez más diminuto, excluyendo a las mayorías, haciendo crecer el vacío. Fuera del núcleo se ocasiona el caos, los movimientos inciertos, desordenados, inútiles. Y las posibilidades de una explosión social son reales. Evitar el estallido sólo es factible haciendo crecer el núcleo, potenciando lo social, creando el socialismo, haciendo lo social un sistema expansivo. Esta alternativa es lo que expongo y sustento.

II

EL HORROR ECONÓMICO

El horror económico es la denominación del volumen producido por Viviane Forrester, con singular éxito, sus reimpresiones se agotan, por retratar uno de los vacíos más pavorosos de la sociedad actual: el desempleo. Escrito en estilo vivo, con frases categóricas, descarnadas y lapidarias refleja el drama silencioso del trabajo inexistente. Con sentencias como: “El trabajo, considerado nuestro motor natural, como la regla de juego de nuestro tránsito hacia esos lugares extraños a donde iremos a pasar, se ha vuelto hoy una identidad desprovista de contenido “, o con preguntas, como: “¿Cuándo tomaremos conciencia de que no hay una ni muchas crisis sino una mutación, no la de una sociedad sino la mutación brutal de toda una civilización? “, o con frase irónicas, como: “¡Seguimos rutinas insólitas!. No se sabe si es cómico o siniestro que ante la falta constante, indesarraigable y creciente de puestos de trabajo se obliga a los millones de desempleados, cada día laborable de la semana, el mes, el año, a ir a la búsqueda “efectiva y permanente “ de ese trabajo que ya no existe“. V. Forrester, nos sacude y golpea para despertar y ver lo que nos resistimos: el vacío del trabajo, sus palabras están orientadas a violentarnos y quebrar nuestras cadenas y no girar ante el cadáver del trabajo y tomar la vida, con dignidad, bajo nuevos fundamentos.

La tesis formulada por la autora se condensa en: El trabajo practicado y concebido a lo largo de siglos, como base y valor de las civilizaciones, ha muerto. El desempleo no es pasajero sino es consecuencia de este vacío ya imposible de ser colmado con trabajo porque ya no existe.

El problema es la falacia de mantener la creencia en la vigencia del trabajo, entonces, se da el ritual macabro de perpetuar un mundo desaparecido, de lanzarnos como Quijotes ante molinos de viento, maquillar el cadáver, darle apariencia de vida y poner en actividad todas nuestras energías en torno al trabajo que ya no existe, a su promesa, a su esperanza, a su búsqueda, efectuando esas rutinas insólitas sin asumir el vacío.

Lo verdadero es el emerger de un mundo de negocios y ganancias virtuales, de decisiones especulativas en el plano virtual, dulcificados por los cantos de sirena del liberalismo, donde una ínfima minoría juega con la riqueza (ya virtual) excluyendo a la gran mayoría de la humanidad. En el juego de esa nueva forma de hacer riqueza, donde domina lo virtual, el trabajo es inútil, innecesario, por lo tanto, desaparece, es decir, surge el vacío.

El corolario: masas humanas excluidas han dejado de ser requeridas, sin comprender ni visualizar a sus enemigos inasequibles (virtuales). Millones y millones de hombres empujados al vacío, desintegrándose en una agonía silenciosa y de impotencia. Masas humanas sentenciadas, inútiles, sin ser solicitados ni para la esclavitud o la explotación también innecesarios.

La recomendación dada por Viviane Forrester, es no llorar por lo que ya no existe, tampoco rechazar las tecnologías, sino dejar de ser colonias, ya es tiempo de darle a nuestras vidas el verdadero sentido, de sustraernos de quienes nos engañan.

En el Perú, en la América Latina, en el mundo, la desocupación es el principal problema. Los políticos, arteros y descarados, o ingenuos, prometen y ofrecen trabajo, es su más convincente bandera eleccionaria. Promesa que no cumplen, por proclamar lo que ya no tiene contenido. En el Perú, hasta se ha formado una federación de desocupados, con la promesa de gestionar trabajo. Ilusiones sin esperanzas y posibilidades de ser realidad.

La solución, tomando al toro por las astas, es crear un nuevo mundo, bajo nuevas reglas que nos devuelvan la dignidad y el sentido de ser útiles. La alternativa es el cambio radical, de la sociedad, poniendo como fundamento de las nuevas civilizaciones a crear, el poder de lo social, creando un socialismo moderno, capaz de dar sepultura al trabajo muerto, e inaugurar una era creativa para la humanidad.

III

EL AGUJERO NEGRO

Alvin Toffler, reputado futurólogo, ha acuñado metáforas, como conceptos–imágenes, socializadas con celeridad, por facilitar los cambios radicales de la sociedad en su problemática. Así, en su obra “La Tercera Ola”, en el capítulo XXXVII, con el título fúnebre del “Mausoleo Político”, nos descubre el vacío político, con la figura del Agujero Negro, evoca la sensación pavorosa de los voraces y desintegradores agujeros siderales. Toffler expresa: “En un país tras otro, la tecnología política de la segunda ola está rechinando, gimiendo y funcionando peligrosamente mal”.

A lo largo del capítulo XXVII aparece el vacío político, manifiesto en las incoherencias, partidos que pierden capacidad de convocatorias, decenas de leyes se anulan y contradicen unas a otras, manifestación de una legislación ineficaz, élites que no alcanzan a predecir ni sus propios actos. También en los fracasos en la toma de decisiones, impotencia que lo ilustra en: “El Presidente tiene la impresión de estar gritando por teléfono, sin que haya nadie al otro extremo del hilo”. Vacío en la conducción expresado en la analogía: “En estos momentos tengo la sensación de que la nación es una diligencia cuyos caballos se han desbocado, y un tipo trata de estirar las riendas, y los caballos no responden”. El Vacío de poder, A. Toffler, lo describe en “la maquinaria de toma de decisiones se haya cada vez más tensada, sobrecargada, anegada con datos irrelevantes y enfrentada con peligros desconocidos. Por lo tanto, lo que estamos viendo son decisiones gubernamentales, incapaces de tomar decisiones de alta prioridad (o tomándolas muy mal), al tiempo que se dedican frenéticamente a millares de otras menos importantes y, a menudo, triviales”, y ante las complicaciones de la representatividad el autor señala: “Hoy es necesario congregar cientos, incluso miles de diminutos y efímeros grupos de intereses específicos, y la coalición misma resultará también efímera”.

El agujero es la muerte, o la obsolencia de todo un sistema político. Es vacío de contenido que se les escapa o escabulle, incomprendido.

En el marco de su concepción, la proposición de Alvin Toffler sobre el agujero negro de la política se resume en: Un sistema político apropiado para funcionar en la sociedad industrial, fabril, construido como maquinaria, con los códigos de la segunda ola, frente al surgimiento de un nuevo contenido, llamado la tercer ola, veloz, estructurado con nuevos esquemas, se precipita al vacío, generando un agujero negro de efectos caotizantes y destructores.

La equivocación es la creencia en la vigencia de este sistema político ya vacío. Y nuevamente el ritual de maquillar el cadáver, darle apariencia de vida, suscitar espejismos que provocan movimientos frenéticos, derroche de energía y recursos, suscitando fuegos artificiales en pos de alcanzar un poder ya vacío.

El resultado es la insuficiencia de los partidos, de los políticos, que asumen el vacío, es decir, se desconectan de la realidad, con efectos caotizantes y frustrantes. La consecuencia: el agujero negro que convierte en nada todas las acciones y hace inútiles y estériles todos los movimientos. El efecto: vacío de poder.

La alternativa propuesta por Alvin Toffler es radical, ya no sustentar o reformar la derruida maquinaria sino inventar un sistema político o crear flamantes instituciones de poder capaces de interrelacionarse con la tercera ola de cambio. Es el desafío, erigir con los nuevos esquemas la nueva realidad política.

El agujero negro se produce en el Perú, en América Latina, en el mundo, y, crece peligrosamente en Latinoamérica por sus peculiaridades históricas culturales. A lo expresado por A. Toffler le añadimos la corrupción de nuestros políticos, el choque violento entre la tendencia autoritaria y la marea democrática participativa, engendrando un remolino donde cientos de agrupaciones políticas se hacen nada y desaparecen, y, los gobiernos, describen movimientos desconcertantes.

En el Perú el vacío de poder se acrecienta más con la impotencia por contener el alud reivindicativo, de todos los ámbitos erupcionan los reclamos y se precipitan en dirección del sistema político, tornando inconmensurable el vacío. Teniendo una constitución firmada por un súbdito japonés todo el sistema va sumiéndose en la vaciedad, con poderes que operan sobre la nada.

El paisaje es de destrucción y sólo será renovado con actos políticos y radicalmente diferentes, dejando el absurdo ceremonial de reproducir la nada, o el agujero negro. El problema no es sólo relevo de hombres, es innovación de reglas de instituciones, en conformidad con las grandes revoluciones que están cambiando la sociedad.

IV

ENSAYO SOBRE LA CEGUERA

De la producción literaria de José Saramago, premio Nobel de literatura, su “Ensayo sobre la ceguera”, constituye la simbología del trastornador vacío de ver, de la ceguera humana. Nos relata la conversión progresiva y en cadena de los hombres en ciegos, o de súbito, envueltos por un mar blanco leche.

Todo comienza cuando un hombre, en su automóvil, al cambio de la luz del semáforo, de pronto inexplicablemente se torna ciego, un manto lechoso lo paraliza de angustia en medio de la pista. En el consultorio el médico observa el hecho peregrino, los ojos del ciego están bien pero no ve. Con este acontecimiento se inicia la extraña cadena de la ceguera. El médico, sus pacientes que tuvieron contacto con el primer ciego, el hombre que lo condujo a su domicilio y le robó su auto, todos ellos, en diversas situaciones se tornan ciegos, percibiendo solo ese mar blanco.

Ante el incomprensible fenómeno se procede al aislamiento y reclusión de los ciegos, como portadores de un mal, curiosamente en el abandonado local de un manicomio. Excluidos y prohibidos de salir, se inaugura una tenebrosa existencia que José Saramago describe. Progresivamente van llegando más ciegos hasta colmar los límites del local. En medio de ellos, sola la esposa del médico puede ver, también inexplicablemente, y puede ser testigo y saber hasta que límites pueden degradarse la convivencia entre ciegos.

En este cohabitar entre ciegos la vida humana se reduce a comer y descansar, Todo pierde sentido o decae. La ceguera sigue produciéndose, en las más diversas condiciones, pilotos de avión tornándose ciegos en pleno vuelo, lo mismo conductores de autobuses, ocasionando catástrofes. Y el gobierno impotente sólo da esperanzas. En el local del manicomio un ciego ha introducido un pequeño radio a pilas, que los vincula al exterior, pero en un momento el locutor en el curso de su transmisión se vuelve ciego. Así, sobrepasando los límites, se describen hechos chocantes, deyecciones cubriendo los pisos, olores fétidos, y conflictos ciegos, principalmente por la distribución de los alimentos.

Es en la cuestión del reparto de los víveres que los ciegos reproducen las estructuras del poder, de la violencia organizada. Un grupo de ciegos, dirigidos por uno que porta una pistola, se apodera de los alimentos y exige a cambio a los demás el total de sus objetos o pertenencias de valor. Y luego demanda la entrega, por turnos, de las mujeres para violarlas y utilizarlas sexualmente. Finalmente, el asesinato del tirano, el enfrentamiento entre ciegos y el incendio del manicomio.

Escapar del fuego, evadirse del manicomio, con la disyuntiva mortal de perecer por las llamas o por las balas de los soldados que custodian la salida. Es preferible lo último, pero, sólo el silencio, no hay soldados, también han quedado ciegos, todo el mundo está ya ciego a excepción de la mujer del médico.

El primer grupo de ciegos, guiados por la esposa del médico, procurando retornar a sus lares, andan por la ciudad, ya sin gobierno, sin bancos, sin electricidad, sin agua en los caños, vehículos abandonados, una ciudad donde grupos de ciegos callejean nómadas, impotentes de retornar a sus casa, buscando comida, defecando en las calles, la basura crece, se expande el olor fétido y los muertos son devorados por perros y cuervos. Todos están ciegos, en un parque se oyen discursos sobre la salvación penitencial, la colisión cósmica, en otro parque, ciegos que dan discursos sobre los principios organizados, el gobierno, la riqueza, la pobreza, etc.

En el hogar del médico se consigue cierto orden y limpieza, siempre con el apoyo de su esposa. Con la lectura de los libros recuerdan lo que fue la humanidad antes de la ceguera. En una salida en busca de comida, la mujer del médico se siente desfallecer, y, se dirigen a una iglesia abierta, llena de gente. De súbito descubre la imagen del hombre clavado en la cruz tiene una venda blanca en los ojos, todas las imágenes tienen los ojos vendados. Ante la expresión de que las imágenes no ven, se responde, las imágenes ven con los ojos que las ven. Dios no merece ver. Estamos rodeados de muertos vivos.

El primer ciego de repente siente que sus párpados se vuelven oscuros, siente pánico, de pasar de una ceguera a otra de tinieblas, pero, al abrirlos ve, vuelve a ver, y, progresivamente todos van recobrando la visión. A la expresión: creo que no nos quedamos ciegos, creo que estamos ciegos, sintetiza el hecho de la ceguera humana, y, la única que lo vio en todo su pavor, la esposa del médico, de pronto comenzó a ver todo de blanco.

Saramago, en su genial obra, nos impacta con frases como: el miedo ciega, ya estábamos ciegos en el momento en el que perdimos la vista, el miedo nos cegó el miedo nos mantendrá ciegos. La ceguera es vivir un mundo donde se ha acabado la esperanza. Los ciegos van como fantasmas de casa en casa, de ausencia en ausencia. Que sentido tienen las lágrimas cuando el mundo ha perdido todo sentido. Estamos muertos porque estamos ciegos, estamos en el caos. Un gobierno de ciegos gobernando a ciegos, pretendiendo organizar la nada. Y la irónica y profunda frase: no hay peor ciego que el que no quiere ver.

En “Ensayo sobre la ceguera”, se representa el gran vacío de ver con el espíritu, la vaciedad de los modelos mentales con que vemos. Y este vacío nos lleva a estar muertos en vida, a la más extraordinaria degradación humana. Nada queda, o todo es inútil, sólo lo social, la solidaridad, simbolizada en la esposa del médico. Y es lo social lo que puede llenar ese vacío.

V

¡LA CARRETERA ACABA AQUÍ!

EN LAS FRONTERAS DEL CAOS

“Repesando el Futuro” es el sugerente título de un conjunto de ensayos, prologados por Alvin y Heidi Toffler, ejecutado por las más connotados “gurús” de las nuevas visiones empresariales. Teniendo en cuenta la finalización de todo un sistema: el gobierno, la iglesia, la familia, la organización del trabajo, que han sido quebrantados por las nuevas tecnologías, Rowan Gibson dispara la metáfora: ¡La carretera acaba aquí! Así nos exhibe un inquietante vació, una nada de futuro.

El porvenir semejaba una interminable autopista y el viaje se ejecutaba con piloto automático, y de pronto, ¡la carretera termina! Y nos adentramos fuera, en tierra ignota, y lo desconocido es vacío de dirección y futuro. La travesía se ha convertido en una carrera o competencia insensata, nos movemos fuera de la carretera, nos dirigimos a la frontera del caos, en pugna por transitar a un orden nuevo, en un período agresivo.

Siguiendo el lenguaje figurado de Gibson, hacia un nuevo futuro no hay carretera pavimentada en oro, no hay atajos, de ahora en adelante el viaje hacia el mañana será una experiencia fuera del camino, donde no existen mapas y es imprescindible cambiar nuestro modo de ver, si anhelamos inventar el futuro.

Si ya es complicado el vacío de futuro para las organizaciones empresariales, cuánto más lo es para las naciones, para los pueblos, la sociedad humana como un todo. ¿Hacia dónde nos dirigimos? No es bastante contar con el vehículo adecuado sino hay una meta. La eficiencia no es un fin en sí mismo. En esta carrera los competidores no tienen a donde ir, es el vacío del futuro.

El error es persistir en seguir pensando con las tradicionales nociones de predictibilidad y control, donde A lleva a B, que lleva a C, que lleva a D, etc. La teoría del caos indica lo contrario es cierto, en la vida real el pensamiento lineal es artificial, es vació. La realidad social se compone de una serie de acontecimientos entre los cuales uno solo puede ser impredecible e incluso devastador.

El vacío de futuro es de el lineal, ahora, el futuro se vuelve no lineal, discontinuo, impredecible, A podría llevar a Z. Por ello, para superar esta nada de futuro lineal es necesario y conveniente relevar el sistema de valores y pensar por uno que este basado en el cambio discontinuo. El futuro no será una continuación del pasado sino una serie de discontinuidades, no existe un camino hacia delante. El pensamiento lineal no tiene sentido en un mundo no lineal.

Requerimos equiparnos con los medios adecuados (instrumentos, organización, pensar,) que nos permitan con celeridad mutar de dirección, de medios, conforme la realidad fluctuante, por tanto, no serán resultados de una mejora continua sino de un cambio radical, abandonando todo lo anterior, de lo contrario moriremos o seremos absorbidos por la nada de futuro.

El vacío de futuro lo es también de dirección, el no tener a donde ir genera caos en los desplazamientos, el quiebre o la obsolencia del futuro lineal es total. En el mundo, en el Perú, de modo especial, el vacío de futuro es cada día más grande y con este crece la desesperanza o el vacío de la esperanza. Sin haber sido iniciadores ni participes de esta carrera loca, estamos fuera del camino, no en las fronteras del caos sino en caos. Y nuestros intentos por superarlo nos retrotraen a un pasado fantasmal ya imposible.

Estamos compelidos a inventar el futuro en este presente cambiante, a inventar el futuro son un pensamiento no lineal, adaptado a lo discontinuo. La visión tradicional del porvenir sólo nos condena al caos. Crear el futuro es la misión de los líderes, necesitamos un nuevo liderazgo para superar este vacío de futuro y del estar fuera del camino. Líderes que, a su ves, habiliten líderes, líderes de líderes, es el gran desafío para dar un renovado contenido al futuro.

VI

EL FANTASMA DEL MARXISMO

Dos años después del desplome del Muro de Berlín, símbolo de la bipolaridad mundial, de pronto, se deshace la URRS, su vacío se convirtió en el estropicio del paradigma marxista de todas las sociedades, la profusa, explosiva producción de literatura marxista, propagada en todos los idiomas, se paralizó, suscitándose un inquietante silencio y vacío de respuesta al dominio de la propiedad privada.

El 20 de Diciembre de 1991, se escribe un réquiem sobre la desaparición de la URRS, en Octubre de 1993, Octavio Paz, el gran poeta mejicano, expone: “El acontecimiento más importante de este fin de siglo ha sido el derrumbe del socialismo totalitario”, añadiendo: “Los hechos arrumaron al marxismo en ese inmenso archivo donde duermen, confundidas, la astronomía de Ptolomeo, la física de Aristóteles y otras ideas venerables.” Sentenciando: “El fin del comunismo nos enfrenta a lo desconocido. El futuro ha dejado de ser predecible.” Y: “Vivimos un vacío histórico. El mercado libre probó ser más eficaz que la economía estatal, pero el mercado no es una respuesta a las necesidades más profundas del hombre. En nuestro espíritu y en nuestros corazones hay un hueco, una red que no puede satisfacer la democracia capitalista ni la técnica.”. En l998, Giddens, en su Tercera Vía, expresa: “El socialismo y el comunismo han muerto, pero siguen rondándonos.”. El fantasma del comunismo sigue recorriendo el mundo, pero, esta vez sólo como un espectro sin contenido.

La aberración es suponer que sólo ha sucumbido el estalinismo, el totalitarismo, mientras el marxismo vive. El marxismo triunfa no por sus difíciles conceptos, contenidos en su Biblia El Capital, sino por constituir un paradigma político, es decir, por ser un rompecabezas que al ser articulado ofrecía (a cada sujeto) la solución del poder. El marxismo se derrumbo también por ser un paradigma, por la creación de piezas extrañas, por el surgimiento de problemas inéditos, imposibles de solución para el marxismo. El marxismo dejo de funcionar antes del colapso de la URRS, cuando su paradigma se paralizó, sus piezas fueron incapaces de resolver los problemas, su articulación fue cada vez más deforme o incoherente. Lo que hoy queda son sólo las partes sueltas, en el fondo un vacío, la nada, la muerte. Y no hay posibilidades de resurrección.

El desquiciamiento se produce cuando los zozobrantes marxistas se aferran, como tabla de salvación, al paradigma ya vacío, como náufragos se afanan por arribar a la realidad perdida. Y como las modernas revoluciones se expanden entre conflictos y contradicciones, es fácil confundir estas situaciones con las luchas sociales que lideraron los partidos marxistas, entonces, se reitera el espectáculo de pintar el cadáver, darle apariencia de vida y arrojarse a su vacío.

En los confines de la ilusión se resucita al paradigma marxista, convencidos de la validez de su concepción, sin percatarse que la dialéctica, astuta y revolucionaria, ya se escabulló del muerto, para encarnarse en nuevos actores, impulsando originales transformaciones, configurándose con vigor en paradigmas disímiles del marxismo.

Nuevamente el drama, la tragicomedia, de quijotes marxistas, lanzados a arremeter contra molinos de viento, confundiéndolos con los monstruos explotadores. Especialistas del conflicto, apologistas de la violencia, apasionados y convencidos de que el poder nace del fusil, los visualizan poniéndose a la cabeza del torbellino de protestas. En esta ficción sin despertar de esta pesadillo, dirigen una realidad esencialmente diferente a la que creen.

En América Latina, ante la tragedia de la pobreza y la desocupación, de modo especial, se erigen los espectros de los partidos marxistas. En el Perú, desde la destrucción del sistema socialista hasta hoy, han consumado el ritual; los náufragos y sobrevivientes con sus ilusiones colorean el cadáver, en sus fantasías lo resucitan y en su locura se aventuran a batallas quijotescas. Por un lado, Patria Roja, se proclama marxista leninista, organiza y dirige la huelga de los profesores, como en los años 70 y 80. También los residuales grupos trotskistas plantean su vigencia, y, lo más resaltante, Sendero Luminoso, afirmándose marxista, leninista, maoísta, pensamiento Gonzalo, hizo una guerra popular en el campo en un vacío histórico demencial y sangriento.

Saltos al vacío, caotizantes, son los efectuados por los partidos marxistas, confundiendo el desorden y los conflictos del presente con el fantasma de su paradigma, sin comprender la nueva lógica del cambio y sus conflictos, se imaginan estar frente a la realidad que proyecta el paradigma marxista.

El paradigma se complica por las respuestas de los adversarios de los marxistas; se les enfrentan movimientos huecos, informales, mercantilistas de la política, desmoronados por la corrupción, oponiéndoles su vacío de concepciones y proyectos históricos. También salen en su encuentro los desfasados partidos de los años 30 y 60 del siglo pasado. En el escenario fuerzas vacías, entrechocan en una increíble batalla de cadáveres sociales, mientras la realidad se despliega incomprendida.

VII

LA SOCIEDAD POST CAPITALISTA

En l993, Peter Drucker publica, “La Sociedad Post capitalista”, resultando un best seller. Lo palpitante de la obra de Drucker es la explicación, bajo un paradigma nuevo, de los cambios de la sociedad en los últimos 200 años. Las grandes revoluciones que están innovando las sociedades son explicadas por las mutaciones en el significado del conocimiento; estos procesos han conducido al pasado al pasado (post) al Capitalismo como sistema. La teoría de Drucker se expone en las otras partes de libro.

Nuevamente se nos descubre un vacío, esta vez con la muerte del Capitalismo como sistema mundial dominante. Según Drucker, las sociedades desarrolladas se alejan de todo lo que pueda llamarse capitalismo, y han entrado en el post capitalismo, donde es el conocimiento su núcleo y principal medio y recurso económico, sus clases sociales son los cognitarios, o los especialistas, y tienen en las organizaciones su estructura.

Ello no significa que ya no funciona el dinero, el mercado o ya no existan capitalistas, sino que el Capitalismo (con mayúscula) ha dejado de ser un sistema mundial dominante, capitalismo (con minúscula) siempre ha existido marginal desde las antiguas sociedades esclavistas.

El Capitalismo, bajo el paradigma marxista, como modo de producción dominante, conformada por dos clases antagónicas, los capitalistas propietarios de los medios de producción, los obreros, proletarios, explotados, ya no existe. El Capitalismo, surgido de la revolución industrial, como un sistema dominante ya ha pasado.

Los proletarios se convirtieron en clase media acomodada como resultado de la Revolución de la Productividad, que empezó justamente por el época de la muerte de Marx en 1883, y llego a su culminación en todos los países desarrollados poco después de la segunda guerra mundial. Hacia 1950, nos dice Drucker, el trabajador industrial –que ya no era proletario pero seguía siendo obrero- pareció dominar la política y la sociedad en todos los países. Con la Revolución Administrativa los obreros empezaron a declinar rápidamente. Para el 2000 no habrá ningún país desarrollado en que los trabajadores tradicionales que hacen y mueven bienes constituyan más de no la sexta o octava parte de la fuerza laboral.

Sobre los capitalistas, que eran los propietarios y controlaban los medios de producción, Drucker, señala, el capitalista probablemente llegó a su punto culminante más temprano aún –a principios del siglo y, ciertamente, no después de la primera guerra mundial. Desde entonces, nadie ha igualado un poder y visibilidad a personajes de la talla de Morgan, Rockefeller…Cuando estalló la segunda guerra mundial, ya todos habían sido reemplazados por gerentes profesionales.

Lo que nos describe Drucker, sobre el capitalismo son fenómenos económicos aún no comprendidos. En lugar de los capitalistas de la vieja escuela, los que controlan cada vez más la oferta y la distribución del dinero en los países capitalistas son las Cajas de Pensiones. En Estados Unidos, en 1992, estas cajas eran propietarias de la mitad del capital de los negocios más grandes del país, la Caja más grande tiene por activos por 80,000 millones invertidos y una caja pequeña puede tener 1,000 millones invertidos. Estas concentraciones dejan tamañito todo lo que alcanzó a acumular el más grande “capitalista” de tiempos pasados. Los propietarios beneficiarios de estas Cajas son los empleados, y los administran empleados sin rostro, anónimos y asalariados, los analistas de la inversión de los fondos. Las Cajas de Pensiones son un fenómeno curioso y hasta paradójico. Son inversionistas que controlan grandes concentraciones de capital y su inversión, pero, ni sus administradores ni sus propietarios son capitalistas, es un capitalismo sin capitalistas. Y como lo indica Drucker, no existe teoría que se ajuste a este fenómeno que ya es realidad.

Cambiando de perspectiva, trasladando el enfoque de los países desarrollados, post-capitalistas, a las sociedades subdesarrolladas, atrasadas, pobres (ahora excluidas) debemos admitir que hay quienes plantean que el Capitalismo sigue vigente, como posibilidad de desarrollo. Lo cierto es lo contrario, en un mundo globalizado, interrelacionado, lo que ya no funciona para los países desarrollados tampoco esta vigente para los no desarrollados. El sistema Capitalista ha dejado de ser dominante en el mundo, para los países centrales y periféricos.

El error ya reiterativo es creer que el Capitalismo tiene futuro en el Perú, así, se invoca lo muerto, lo vacío, y nuevamente los movimientos infructuosos. Los apologistas de un llamado capitalismo popular, constituido por las PYMES, no han comprendido que este fenómeno no constituye ningún capitalismo, ningún sistema, sino más bien una explosión caótica e informal de sobre vivencia u auto explotación y no el fruto de ninguna revolución industrial. El Capitalismo ha pasado para todos y debemos admitirlo

La alternativa es asumir el conocimiento como principal recurso económico, lo es con mayor prioridad por ser países no desarrollados y marginales. Nuestra solución consiste en orientar nuestra economía a basarse en el conocer, en su productividad, en su capacidad innovadora.

VIII

EL KITSCH Y EL VACIO DE LA IZQUIERDA

Milan Kundera, escritor Checo, nacionalizado francés, en su famosa novela, “La insoportable levedad del ser”, de amor, celos y traiciones, aborda los orígenes metafísicos del ideal estético del Kitsch.

El kitsch es la negación absoluta de la mierda (literal y simbólica) o lo que en la existencia humana es inaceptable, y donde todos se comportan como si no existiese. Kundera aborda el tema con la muerte del hijo de Stalin en un campo de concentración en Alemania. El motivo: la mierda. Resulta que el hijo de Stalin no limpiaba el retrete que ensuciaba, le reprocharon y le obligaron a hacerlo sus compañeros, ingleses, pide justicia al comandante alemán, quién, no quiere arbitrar un asunto de mierda. En su humillación corre y se estrella en la alambrada electrificada. “Su cuerpo, que ya nunca ensuciará el retrete de los ingleses, quedó colgando de la alambrada.” Para Kundera, la muerte del hijo de Stalin es la única con sentido metafísico de todas las muertes de la segunda guerra mundial.

Si el hombre, razona Milan Kundera, fue creado a imagen y semejanza de Dios, entonces, Dios come y tiene tripas, de lo contrario, el hombre no se le parece, “La mierda es un problema más complejo que el mal. Dios les dio a los hombres la libertad y por eso podemos suponer que al fin al cabo no es responsable de los crímenes humanos. Pero el único responsable de la mierda es aquel que creo al hombre.” Kundera discurre sobre las creencias y opiniones de los teólogos del Medioevo, Jesús no defecaba, Adán y Eva no fornicaban ni defecaban o la mierda no se entendía como algo asqueroso. Es en este discurrir que nos plantea el problema del acuerdo con el ser.

La disputa de que si Dios creo el mundo o que no, supera nuestras posibilidades. Mucho más reales la diferencia que divide a los que dudan del ser que le fue dado al hombre (se deduce imperfecto), y los que están incondicionalmente de acuerdo con él, por tanto el ser o su ser bueno y correcto multiplicarse. “A esta fe la denominamos acuerdo categórico con el ser.” De este razonar, Kundera, plantea: “El desacuerdo con la mierda es metafísico. El momento de la defecación es una demostración cotidiana de lo inaceptable de la creación. Una de dos: o la mierda es aceptable (¡Y entonces no cerremos la puerta del water!), o hemos sido creados de un modo inaceptable.”.

De esta argumentación surge el sentido del Kitsch, como ideal estético, que niega la mierda, y, hace que todos se comporten como si no existiese. Kitsch, señala Kundera, es una palabra alemana, del siglo IXX, que en su uso dejo borroso su sentido metafísico, que elimina la mierda o lo inaceptable en la existencia humana. Así, Kundera, utilizando a sus personajes interpreta los diferentes Kitsch.

El Kitsch en un país comunista es su máscara de belleza, expresada en las sonrisas en una manifestación del primero de Mayo, no tanto por el acuerdo con el comunismo sino con el ser en tanto tal, su consigna no es viva el comunismo sino viva la vida. “La fuerza y la astucia de la política comunista consistían en haberse apoderado de esta consigna.”, Que atraían aún a los indiferentes a las tesis comunistas.

El kitsch en Norteamérica (país capitalista) esta expresada por la sonrisa de un senador que exclama, al ver correr por el césped a cuatro niños, “A esto llamo felicidad”, sin saber si más adelante un niño será golpeado por los otros tres.

El kitsch no habla el lenguaje de la razón. “En el reino del kitsch impera la dictadura del corazón.” Se basa en imágenes (sentimientos) compartidos, no sui géneris. “El kitsch provoca dos lagrimas de emoción. La primera: qué hermoso los niños corren. La segunda “¡Que hermoso es estar emocionado junto con toda la humanidad al ver a los niños correr por el césped!” La segunda es la que convierte al kitsch como tal. La hermandad de todos sólo se podrá edificar sobre el kitsch.

El kitsch es el ideal estético de los políticos. Cuando existen diferentes corrientes, podemos escapar de la inquisición de kitsch. Pero si el poder lo ejerce un sólo partido el kitsch es totalitario, excluye todo lo que le perturbe. “Desde este punto de vista podemos considerar al denominado GULAG como una especie de fosa higiénica a la que el kitsch totalitario arroja los desperdicios.” El enemigo del kitsch totalitario es el hombre que pregunta, como un cuchillo puede rasgar el lienzo del kitsch. Es difícil luchar con preguntas, se requiere de sentimientos que provoquen un llanto colectivo, por ejemplo el kitsch de la libertad.

La fuente del Kitsch es el acuerdo categórico con el ser, ¿Pero chal es la base del ser? ¿Dios? ¿El hombre? ¿El amor?...Como se dan diferentes respuestas, entonces se dan diferentes kitsch: católico, protestante, judío, marxista, fascista, democrático, feminista, etc.

Desde la revolución francesa la mitad de Europa se denomina de izquierda y la otra de derecha. Es imposible definirlos por algún principio teórico. No es extraño los movimientos políticos no se basan en posiciones racionales, sino, en intuiciones, imágenes, palabras, arquetipos, que en conjunto forman tal o cual kitsch político.

“La idea de la Gran Marcha,…, es le kitsch político que une a las personas de izquierdas de todas las épocas y corrientes. La Gran Marcha es ese hermoso camino hacia delante, el camino hacia la fraternidad, la igualdad, la justicia, la felicidad y aún más alta, a través de todos los obstáculos, porque ha de haber obstáculos si la marcha debe ser una Gran Marcha.” Lo que hace a un hombre de izquierda no es tal o cual teoría, sino su capacidad de adaptar cualquier teoría a ser parte del kitsch de la Gran Marcha. Sea dictadura del proletariado, o democracia, guillotina o supresión de la pena de muerte, es hermoso ser parte de una masa que marcha. Y cuando los crímenes de la URRS se hicieron escandalosos, entonces, las personas de izquierda tenían dos posibilidades: escupir lo que hasta entonces había constituido su vida o incluir a la URRS entre los obstáculos de la gran marcha y seguir adelante.

A pesar del desinterés de hoy, la Gran Marcha continúa sin espectadores, se vuelve febril, contradictoria, ayer contra Norteamérica que ocupaba Vietnam, hoy contra Vietnam que ocupa Camboya, ayer a favor de Israel, hoy a favor de los palestinos, ayer a favor de Cuba, mañana contra Cuba, y siempre contra Norteamérica, siempre contra las masacres y en apoyo de otras masacres, y su paso es cada vez más rápido, “ de modo que la Gran Marcha es aún marcha de gentes que dan saltos, que tienen prisa, y el escenario es cada vez menor, hasta que un día se convierta en un mero punto sin dimensiones.”(…).

Estas contradicciones han generado el caos de la Gran Marcha, su incertidumbre y el vacío de la izquierda. En el Perú, la Gran Marcha se desata, en todas las direcciones y por todas las situaciones, los viejo kitsch y los nuevos se entremezclan haciendo caótico el escenario, conduciéndose esta Gran Marcha al vacío, a la insoportable levedad del ser, donde lo sublime o elevado es idéntico a lo inaceptable o a la mierda. Es una marcha hacía el vacío, donde la “izquierda” ha perdido el monopolio del Cambio, donde el kitsch de la Gran Marcha ha sido asumido por el de la creatividad, del conocimiento, de la calidad, etc. Por ello, la izquierda se ha convertido en vocablo ya hueco, y nuevamente los movimientos se precipitan en el vacío, disfrazando lo muerto, se reinicia el ritual fúnebre. Lo cierto es la muerte de la izquierda, del vacío de su Gran Marcha, y ya es hora de grabar sobre su cadáver: “Quiso el reino de los cielos en la tierra.”

IX

CHOQUE DE CIVILIZACIONES

Visualizando el escenario mundial, de terror y guerras, confuso e inquietante, el politólogo norteamericano, Samuel Huntington, plantea su comprensión con el paradigma civilizatorio. En su exitosa y polémica obra “Choque de Civilizaciones”, Huntington descubre, tras los trepidantes y caóticos hechos, fenómenos inherentes a procesos de afirmación civilizatorios, así, nos brinda un método para el accionar político a nivel mundial.

Posguerra fría se han propuesto hasta cuatro mapas para entender la política global: un mundo, dos mundos, 184 o más Estados, y puro caos. De estas cuatro visiones el Puro Caos se aproxima más a la realidad. Un sólo mundo resultó un espejismo, dos mundos, ricos y pobres, norte y sur, zonas de guerra y de paz, es inadecuado, 184 Estados, en momentos que los procesos económicos y culturales pulverizan sus bases, no es un modelo orientador. Estos cuatro mapas son excluyentes, bien un mundo o dos, o 184 Estados o Puro Caos. Cada visión excluye a la otra. Ante esta disyuntiva, S. Huntington plantea como alternativa el reordenamiento de las civilizaciones en el mundo. Su tesis central: “es el hecho de que la cultura y las identidades culturales, que en su nivel más amplio son identidades  de civilizaciones, están configurando las pautas de cohesión, desintegración y conflicto en el mundo de las pos guerra fría.”

La opción de Huntington, “no es, ni pretende ser una obra de ciencias sociales. “Aspira a ofrecer una estructura, un paradigma, para ver la política global.”(..)No da cuenta de todo, pero, como todo paradigma es un “filtro más o menos válido y útil.”(..) No es válido eternamente, “puede ser útil para entender la política global a finales del siglo XX y principios del XXI, esto no significa que hubiera sido útil a mediados del siglo XX ni que lo vaya a ser a mediados del siglo XXI.”

La destrucción de las Torres Gemelas de Nueva Cork, la guerra contra Irak, y los explosivos fenómenos en el escenario mundial, se ajustan al paradigma propuesto por Huntington, es decir se tornan comprensibles en términos culturales, étnicos, civilizatorios. Aquí las banderas, los símbolos culturales, sean la cruz o la media luna, si importan. Finalizada la guerra fría las distinciones más importantes entre los pueblos no son ideológicas, políticas ni económicas, son culturales, las personas y naciones se definen, responden a “quienes somos”, en términos de religión, raza, lengua, historia, valores, creencias, costumbres. “En este nuevo mundo, la política local es la política de la etnicidad; la política global es la política de las civilizaciones. La rivalidad de las superpotencias queda sustituida por el choque de las civilizaciones.”

Huntington aborda la problemática teórica de la definición de las civilizaciones, de sus características, y, nos señala las civilizaciones vigentes: China o Cínica; Japonesa, vástago de la civilización China; Hindú; Islámica; Ortodoxa; Occidental; latinoamericana, vástago de la Occidental; Africana.

A través de la historia, “Cada civilización se considera el centro del mundo y escribe su historia como el drama central de la historia humana…Sin embargo, tales puntos de vista polarizados por una única civilización tienen una aplicabilidad y utilidad cada vez menores en un mundo multicivilizacional.” Huntington deslinda con quienes afirman que asistimos al surgimiento de una nueva civilización, única, universal; lo que se da es el reordenamiento, y una fase interactuante de las civilizaciones señaladas. Tampoco es acertado, señala Huntington, identificar la modernización con occidentalización, se pueden modernizar los pueblos sin renunciar a su propia cultura.

Los alineamientos de los países ya no responden a la pregunta de que lado estamos (capitalismo o comunismo), sino al problema de quienes somos, de identidad cultural. En este mundo emergente y global, interactuarte, comprender su reordenamiento en base a cultura, que, en su forma más extensa corresponde a las civilizaciones, es importante, para moverse y precaver o solucionar sus conflictos. “En la época que esta surgiendo, el choque de civilizaciones son la mayor amenaza para la paz mundial, y un orden internacional basado en las civilizaciones es la protección más segura contra la guerra mundial.”

¿Avance o retroceso? ¿Es la sociedad humana mejor bajo los signos civilizatorios? ¿Este paradigma contradice a la Tercera Ola de cambio?

Lo cierto: América Latina tras el colapso de la URRS, ha impulsado fenómenos vinculados a la cultura, al indigenismo, la etnicidad, andinismos y nacionalismos étnicos. A tientas, con movimientos confusos, Latinoamérica, dentro el Perú, tratan de afirmarse culturalmente, intuyendo una identidad civilizatoria.

El error es maquillar a las civilizaciones muertas, impulsándonos al vacío. La civilización inca jamás volverá, lo mismo la azteca, están superados en la civilización latinoamericana. Con las identificaciones al pasado civilizatorio, sólo nos deslizamos al vacío, acrecentando los vacíos ya señalados.

La visión y la misión es la integración de los pueblos latinoamericanos, configurándolo en un gran Proyecto civilizador, con una identidad propia, capaz de asumir las grandes innovaciones del conocimiento, de avanzar en la conformación de un gran bloque económico, en una gran nación, en la patria americana, ese es el camino que nos espera realizar para salir del vacío.

 

X

LOS EXCLUIDOS Y LA ESTRUCTURA VACIA

Juan Carlos Tudesco, en “Educar en la Sociedad del Conocimiento”, incursiona en el fenómeno social de la exclusión, que representa la paradoja de la estructura vacía; los excluidos del ciclo económico, y, con ello excluidos de los beneficios de las innovaciones tecnológicas, ¿Cómo podrían formar estructuras si se han desconectado, o se han quebrado los vínculos con los incluidos?

Tudesco no analiza ni descifra la paradoja, pero, si recoge el hecho: “Las nuevas formas de organización del trabajo indican que ellas podrían incorporar de manera estable sólo a una minoría de trabajadores, para los cuales habría de seguridad en el empleo a cambio de una identificación total con la empresa y con sus requerimientos de reconversión permanente. Para el resto, en cambio, se crearían condiciones de extrema precariedad, expresadas a través de formas tales como contratos temporales, trabajos interinos, trabajos de tiempo parcial y, en el extremo de las situaciones, el desempleo.”

El resto es la mayoría y las posibilidades de precariedad es ya una realidad: por doquier aparece, alrededor de los privilegiados incluidos, una nebulosa social incierta, informal, pobre, inestable y caótica, son los excluidos, los desterrados del juego social. Esta realidad es de estructuras vacías, huecas. “El fenómeno de la exclusión social provoca, desde este punto de vista, una modificación fundamental en la estructura de la sociedad.”(…)Esta modificación se plantea como una transición de una sociedad vertical hacia una sociedad horizontal. La primera basada en relaciones de explotación, la segunda, donde las jerarquías no importan sino la distancia con respecto del centro de la sociedad. Esta transición ya se ha dado, la desafiliación de las mayorías de las instancias más significativas de la sociedad ya es un hecho, la Exclusión ya ha reemplazado a la relación de explotación.

Las diferencias entre los vínculos de explotación y los de exclusión son esenciales: “Explotados y explotadores están unidos y pertenecen a una misma esfera económica y social, ya que los explotados son necesarios para mantener el sistema. La toma de conciencia de la explotación puede provocar, además, una reacción de movilización colectiva y de conflicto organizado a través de las instituciones representativas de los explotados: sindicatos, partidos políticos, etc.” Estas estructuras fueron interpretadas por el paradigma marxista, con su correspondiente alternativa de revolución proletaria, como medio para romper las cadenas de la explotación. “La exclusión, en cambio, no implica relación sino divorcio. La toma de conciencia de la exclusión no genera una reacción organizada de movilización. En la exclusión no hay grupo contestario ni objeto preciso de reivindicación y tampoco instrumentos concretos para imponerla. Como lo resumió recientemente un analista de estos fenómenos, mientras la explotación es un conflicto, la exclusión es una ruptura.”.

La exclusión que lo comprendemos en su diferenciación con la explotación, en sí se convierte en un vacío de conocimiento, en un enigma. El vacío de estructuras respecto a los incluidos, o a la sociedad “moderna”, no significa vacío de estructuras, a pesar de que aumente la distancia, o al vacío, respecto a los núcleos de desarrollo e innovación de la sociedad. Los excluidos entre si, y con el conjunto de la sociedad conforman estructuras silenciosas, conflictos mudos, de microcosmos, sin control, en movimientos inciertos, de efectos imprevisibles. El vacío de los excluidos es fundamentalmente de teoría, de sociología, capaz de interpretar esta nebulosa social, y, también de señalar una alternativa para superar el fenómeno de la de la exclusión.

Frente a la situación de los excluidos, Tudesco, señala las ideologías que lo justifican, como resultado de factores genéticos hereditario, y, serían, por lo tanto difícilmente modificables. Frente a estas ideologías, manifiesta, “se están gestando un nuevo pensamiento democrático, basada en la idea según la cuál eliminar la desigualdad no es contradictorio con el respeto a la diversidad.”

La alternativa democrática es insuficiente, no es integral. Es necesario para superar el fenómeno de la exclusión una teoría social que no sólo interprete a los incluidos sino descubra y descifre la caja negra de los excluidos, asimismo, plantee las tecnologías para esta superación se expone la Teoría de los Social, que explica como se produce lo social, la genética de su reproducción, y de sus cambios, siendo la base de las metodologías para pulverizar el fenómeno de la exclusión, bajo un socialismo moderno.

XI

EL PERFUME O LA CREATIVIDAD SIN MORAL

No es casual el éxito del novelista Alemán Patrick Sùskin, con su novela El Perfume, pues, simboliza el lado oscuro, asesino, monstruoso, del creador, de la creatividad.

Sùskin nos subyuga al describirnos la vida de un genio creador, Jean Baptiste Grenouille, que culmina en el desencanto y la autodestrucción. La novela es toda una metáfora sobre el doble carácter de la creación, sobre su lado negativo, siniestro y asesino. No es que Sùskin lo exprese, lo deducimos y lo comprendemos al relacionar el siglo XVIII con el presente, donde la creatividad y el creador son elevados como ejes de una nueva cultura. Su obra nos lleva a reflexionar sobre el futuro de la sociedad, sobre una sociedad innovadora que no prevé o no ve su lado oscuro, sus consecuencias, por tanto el símbolo es exacto.

Comparable a un Napoleón, Grenouille cayó en el olvido, como dice Sùskin, porque su genio y ambición se limitaron a un terreno que no deja huellas en la historia, el efímero mundo de los olores. Y es precisamente Sùskin, con su novela, lo revive, lo recrea, así, logra sacar lo de la oscuridad y exponerlo al mundo magistralmente.

Desde su nacimiento, el 17 de Julio de 1738, en un Paris repleto de olores y hedores, en un puesto de pescados, donde le da a luz su progenitora, arrojado por su propia madre a la basura, confundido con las vísceras de los pescados, con un grito de vida, hace de su existencia una terca obstinación por vivir. A la vez, uno a uno el autor, consigna la muerte de los seres que de un modo u otro intervienen en el curso de su vida, comenzando con su madre que es ajusticiada por infanticidio.

Es su signo sobrevivir, a pesar del rechazo, debido a su extraña naturaleza de ser inodoro, o de no emanar ningún olor. Paradojal, el olfato más fino, capaz de captar lo más íntimo e insignificante, con una nariz que se retrotrae, se esponja y tiembla, no podía olerse a sí mismo, ni ser olido por nadie. Rechazado por sucesivas nodrizas, por no tener olor, sólo es aceptado en una casa de huérfanos que lo dirige una mujer que había perdido el olfato. Del orfanato pasa a una curtiembre, resistiendo los trabajos más duras. En esas etapas de su vida, Sùskin lo compara con una garrapata que se encoge y acurruca en un árbol terco y obstinado esperando la casualidad más remota e improbable lo lleve a la sangre de un animal, igual Grenouille, encerrado en sì mismo, como una cápsula, esperando mejores tiempos. No era agresivo no torpe ni taimado y no provocaba nunca. No hablo hasta los cuatro años, sólo dijo sustantivos de cosas concretas que lo sorprendían por su olor. Las ideas abstractas, Dios, justicia, expresaban ideas enigmáticas para él. Contrariamente el lenguaje corriente resultó insuficiente, no olió sólo madera sino clases de madera, su memoria era olfativa, retenía todo, con su sola fantasía podía combinarlos, el alfabeto de los olores era infinitamente mayor y diferenciado que el de los tonos, y, la actividad creadora de Jean Baptiste, se desarrollaba en su interior y no podía ser percibido por otras personas y lo llevaba a ser introvertido. Era inmune al temor a la oscuridad, no daba pasos en falso, no tropezaba, ni derribaba nada. Con el curtidor Grimal, por su olfato, supuso que era despiadado y se sometió. Trabajó duro, contrajo el ántrax y también sobrevivió. Poco a poco logró tener tiempo después del trabajo y olisquear la ciudad del Paris, el mayor coto de olores. Miles y miles de aromas los aspiraban y en su fantasía los combinaba, creaba como un niño que juega con cubos, sin ningún principio ordenador aparente.

El 1 de Setiembre de 1753, en un aniversario, entre el olor de los juegos artificiales, el viento le llevó un átomo de una fragancia de finura excepcional, su corazón sufría, tenía que captarlo para tranquilizarse. Se puso en camino de noche, esta fragancia era mezcla de ligero y pesado, sutil y débil, como un trozo de seda fina y tornasolada. Lo llevó a una muchacha sentada limpiando ciruelos. De ella provenía el perfume tan rico, equilibrado, fascinante, el principio supremo, el modelo para clasificar a los demás. Quería probar, investigar y en lo sucesivo vivir y oler con las estructuras de esta fórmula mágica. Estranguló a la muchacha, le desgarró el vestido y la fragancia se convirtió en un torrente, paso contra su piel, la olfateo hasta dejarla marchita. El hecho de que esta magnificencia estaba unido al asesinato le resultó indiferente, conservaba lo mejor de ella, el principio de su fragancia.

Luego se relaciona con el perfumista y fabricante de guantes, Giuseppe Baldine, cuando, incapaz de competir con Pelissier, había decidido retirarse del negocio. Enviado por Grimal, con un cuero de cabra, Grenouille, logra que el perfumista le conceda cinco minutos para reproducir “Amor y Psique” de Pelissier, y lo hace sin las técnicas ni normas del arte del perfume, a su manera, y más, lo mejora. Baldine progresa, o sin necesidad de èl, Grenouille, producía ¡Qué fragancias! Y le era un tormento escoger entre las maravillas creadas. A pedido de Baldine, Grenouille logra usar la balanza, la probeta graduada, la pipeta, también que actuara despacio, con mesura, así, aprendió el lenguaje de la perfumería, supo escribir las fórmulas, ya no buscaba frascos, escribía directamente. Se dejó instruir, necesitaba conocer las técnicas de cómo se preparaban, concentraban y conservaban las sustancias aromáticas, es decir, como materializar los olores, aprendió las operaciones de destilación. Pero ignoraba que esta no era más que uno de los procedimientos, utilizado para separar las partes volátiles y menos volátiles. En el caso de sustancias carentes de este aspecto, la destilación no tenía ningún efecto. Cayo gravemente enfermo. En su agonía le pregunto a Baldine si existían otros medios, y, éste le respondió que sì,, mencionando el “eufleurage à chaud, à foie, à l hiule. Asombrosamente sano.

Tuvo que seguir con Balbine todavía tres años, luego consiguió su libertad y un certificado de de artesano perfumista y tuvo que jurar no facilitar las fórmulas a terceras personas, y lo hizo, su ambición no era hacer dinero con su arte, quería exteriorizar lo que llevaba dentro, nada más, sólo eso. Así, partió, mientras un accidente hundía en el río la casa de Balbine y moría éste con su esposa.

Se alejo evitando las ciudades, caminando sólo de noche, su nariz lo condujo a regiones apartadas, hacia el polo magnético de la máxima soledad posible. Así, se instaló en el Auverna, cima de un volcán, Plomo du Cantal, inhóspita, en la soledad más perpetúa. Su olfato no detecto olor humano, completamente solo, bailo en círculo, y se comporto como un loco. Se instaló y sobrevivió con lo mínimo, durmió en una galería natural, donde yacía como en una tumba de roca, viviendo intensa y desenfrenadamente como jamás había vivido un libertino. Estuvo siete años, día a día, ajeno a todo, creando en el escenario de su interior, como un jardinero, una verdadera fiesta de olores, una gran obra que siempre extraía del libro de su memoria, llevando una doble vida: dormir y cumplir con sus necesidades mínimas, hasta que sucedió la catástrofe que lo expulsó, descubrir lo espantoso, no podía olerse, en siete años lo lograba captar un olor que lo identificara.

Dejo su refugio, los cabellos le llegaban hasta las rodillas, la barba rala hasta el ombligo, sus uñas eran como garras, su piel se desprendía a tiras. Se inventó una historia, fue victima de un secuestro por bandidos por siete años en una cueva. Detenido en Pierrefort es rescatado por el Marques de la Taillade Espianasse, dedicado a las ciencias, a comprobar su tesis de fluido letal, expresada en que la vida tiende hacia arriba y hacia abajo domina la destrucción. Grenouille se convirtió en el conejillo perfecto para probar su teoría, lo exhibe ante la sociedad científica y anuncia que ocho días se recuperará totalmente con una dieta adecuada, él participa y se presta al experimento. Se había propuesto crease un olor, al lograrlo causa cierto efecto, ya no indiferencia. Fue un éxito su presentación ante la sociedad de científicos, con vivas al fluido vital. Se quedo una semana, hizo cierta vida social, y un día se marcha con sigilo.

Llego a la ciudad de Grasse, metrópoli de la producción y el comercio de sustancias aromáticas, artículos de perfumería, jabones y aceites. Aquí aprendería técnicas de extracción de perfumes para sus fines., Todo lo olía, hasta que le llegó la fragancia más exquisita que había olfateado en su vida, algo divinamente, era de la muchacha pelirroja que había que había asesinado, no igual, la muchacha era aún niña, cuando creciera emanaría un perfume que el mundo no había olido jamás. Debía poseerlo, pero, antes trabajar y ampliar sus conocimientos.

Pidió trabajo en el taller de perfumería de una viuda de 30 años, llamada Arnulfi, para ayudar al oficial Druot en la elaboración de pomadas. La viuda comerciaba las pomadas pero si la mercancía estaba saturada, encargaba a Druot que toda la producción la transformara en essence absolue, con este procedimiento bastaba una gota en un litro de alcohol para devolver la vida y fragancia a todo un campo de flores. Greouille trabajaba sin parar con la docilidad propia de un esclavo. Con su nariz vigilaba la transformación de los aromas. Poco a poco el oficial le dejaba solo. Perfeccionaba su arte, su pomada era mejor, su essence absolue varios grados más pura que el de Druot. Dominó el enfleurage, perfumado en frío, creo para sí perfumes personales, creo con ánimo juguetón naturalezas muertas, paisajes perfumados, e imágenes de objetos vivos; moscas, ratas, gatos, que los ahogó en grasa caliente. Con mucha lentitud y precaución fue acercándose a los humanos, de un hospicio robo una sabana y resucitó el olor del muerto, ya tenía la técnica para capturar el olor humano. Y sabía lo que codiciaba, las fragancias que inspiraban amor, el no amaba a las muchachas sino su fragancia.

Se encontró en un campo de rosas el cuerpo desnudo de una muchacha de quince años, asesinado. Se sospecho de gitanos, jornaleros italianos, judíos, .Después de la cosecha del jazmín se produjeron otros asesinatos, del mismo tipo de muchachas, y no se sabía a quién culpar. Después otro y otro, el asesino parecía inasequible e incorpóreo. El examen de las victimas mostraba que estaban intactas. Expidió al obispo que excomulgara al monstruo, y, cesaron los asesinatos, se levantó el toque de queda y se volvió a la normalidad.

Sólo Antonio Richis, comprendió que el asesino era un coleccionista minucioso, su hija, Laure, de dieciséis años, cabello rojizo oscuro y ojos verdes, era la única piedra que faltaba. Y decidió ponerla a salvo. Grenouille al notar su ausencia quedo paralizado por el susto, y, se piso en camino en su búsqueda. Y en la misma posada la dejo muerta, marchita, pálida como los deshechos de una flor. Richis, que se había dormido, al verla el dolor le obligo a cerrar los ojos y reproducir su pesadilla, pero más claro.

La noticia se propago, aduciendo que la iglesia había fracasado, se busco brujas, e hizo misas negras. La persecución fue sistemática, se prometió una recompensa de doscientas libras, se detuvo a varios, hasta que detuvieron a Grenouille, en su cabaña encontraron el camisón cortado, el corpiño y los cabellos rojizos de Laure Richis. Al cavar el suelo se encontró igualmente de las veinticuatro muchachas asesinadas-

Nadie podía comprender como un hombre frágil y encorvado fuese el asesino. La reacción fue violenta y se dio la sentencia del descoyuntamiento. El verdugo Papon, comienza a entrenar con reses. Los ciudadanos se preparan para presenciar la ejecución como para un gran festival. Diez mil personas asistieron para la ejecución fijada para las cinco de la tarde, después de las tres aparece Papon ovacionado, asesta golpes imaginarios, explosión de júbilo. A las cuatro se llena la tribuna con el Consejo, Richis va de negro. El obispo fue el último en aparecer. El trote de un carruaje anuncia la llegada del sentenciado, se apeo de la carroza como un hombre libre. Entonces sucedió el milagro, los diez mil sintieron que era la inocencia en persona, también lo supo Papon, sintiendo una angustia en el corazón. Les dominó una abrumadora sensación de afecto, de amor, hacia el asesino, y todos pusieron su corazón en la mano de este hombrecillo, lo amaban, suspiraban, se encontraron en pleno éxtasis, había acertado en su centro erótico. Como si poseyera diez mil manos, en sus sexos, suscitando sus fantasías más íntimas. La ejecución se convirtió en la mayor bacanal conocida en el mundo. Grenoiulli sonreía, con una mueca cínica, de hecho era su propio dios, mejor que aquel dios que apestaba a incienso, y, tuvo la horrible sensación que el que lo amaran le resultaba insoportable y supo que los aborrecía, no enc0ntraba satisfacción en el amor sino en el odio. Y cuando Richis se le acerca, cree que es para matarlo y cierra los ojos, pero, lejos de ello lo abraza y le pide perdón, y, finalmente Grenoiulle se desploma y pierde el conocimiento.

Amaneció en la casa de Richis, quién le pidió que se quede pues le hacía muy feliz. Pero apenas pudo se marchó.

La población se levantó con una espantosa resaca, excesos de la orgía, se encontraban en penosa y púdica desnudez. A medio día la plaza estaba desierta. Nadie pronuncio una sola palabra sobre los sucesos de la víspera. El tribunal decidió dejar cerrado el caso, abrir uno nuevo y se arrestó como sospechoso a Druot, confeso bajo tortura y fue rápidamente ejecutado, la vida se normalizo.

Grenouille llegó a Paris, a morir allí, es lo que quería, llevaba el pequeño frasco que contenía su perfume casi lleno, había utilizado sólo una gota, el resto bastaría para hechizar al mundo. Tenia un poder mayor que el dinero, el insuperable poder de inspirar amor en los seres humanos, pero, no para olerse a si mismo. El 25 de Junio de l767 entró en Paris, día cálido, los olores, hedores, brotaban, era igual al día en que nació. Se dirigió al cementerio de los inocentes, el hedor de cadáveres era fuerte, a más de media noche los sepultureros se fueron. El lugar se animó con una chusma heterogénea, ladrones, desertores, prostitutas, que prendieron una fogata para cocer comida y disimular el hedor. Grenouille se mezclo con ellos sin ser advertido, precedió a destapar su frasco, se salpicó varias veces, y una súbita belleza los encendió como fuego deslumbrante, fueron atraídos como remolino, cayeron encima de él, les rasgaron las ropas, la piel del cuerpo, clavaron sus garras, puñales, hachas, machetes, en media hora hasta la última fibra de J. B. Grenouille había desaparecido. Al devorar a un hombre, tenían una sensación de felicidad, extraordinaria, por primera vez habían hecho algo por amor.

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