PRÓLOGO A LA SEGUNDA EDICIÓN DE FRENTE O INSTITUCIÓN POLÍTICA

PRÓLOGO

SEGUNDA EDICION 2008

FRENTE O INSTITUCION POLITICA

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Julio Durand Lazo

NOTA:

Este prólogo como la segunda edición no llegó a publicarse, pero,  su reproducción por el mecanismo de la web, sin modificar lo escrito en el año 2008, lo considero importante, como una contribución a la formación de los nuevos lideres políticos.

abril de 2010

PROLOGO A LA SEGUNDA EDICION DE

FRENTE O INSTITUCION

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Vuelvo a editar el ensayo Frente o Institución Política, elecciones 2006, no tanto por su vigencia coyuntural, sino, porque los conceptos esenciales expuestos, están plenamente vigentes para el proceso en curso 2010-2011.

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La coyuntura electoral del 2006 es diferente a la coyuntura del 2010-2011, que tiene sus propias singularidades, pero, los procesos estructurales, sistémicos, las tendencias históricas, es decir, los fundamentos de estas coyunturas, bajo nuevos hechos, personajes, o títeres de la historia, son esencialmente los mismos. Que más da quién sea el gobernante de turno del Perú, o los ministros, o los parlamentarios, cuando, los fundamentos estructurales de los problemas permanecen.

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La corrupción como problema estructural-sistémico sigue reproduciéndose; los conflictos sociales, estructural – sistémico, sigue su marcha interminable; la economía informal, las MIPES, con sus innovaciones en piratería, o creatividad para sobrevivir, como nebulosa caótica, es otro problema estructural-sistémico; la ruptura del futuro histórico como la exclusión y la desocupación siguen siendo problemas estructurales; la migración, de los más jóvenes, hacia un futuro mejor, tiene ya una dinámica estructural y continuo, como los desfases entre política y economía, educación y economía, son problemas estructurales. Bajo estos problemas debemos comprender la vigencia del ensayo “Frente o Institución Política”, en las nuevas coyunturas.

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Los últimos acontecimientos manifiestan al APRA gobernando sin tener ideas, menos teoría, sobre los problemas estructurales de la sociedad peruana actual. En lugar de liderar su solución, el APRA se ha confundido, refundido, formando parte de los problemas, es ya un problema para la sociedad.

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Ante la corrupción, por ejemplo, uno de los problemas estructurales de nuestra sociedad, el APRA, no tiene teoría sociológica ni tecnología social. Este problema penetró y degeneró al APRA el 85-90, y, nuevamente el 2006-2011, el APRA, se confunde con la corrupción, al punto que las coyunturas políticas que vivimos están signadas por la corrupción, como es la caída del gabinete aprista.

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Cuando los problemas son estructurales las salidas no son sólo un cambio de personas, de un ministro por otro ministro, de un gabinete por otro, las soluciones deben ser estructurales, sistémicos, creación de nuevas estructuras y sistemas capaces de darles solución, si bien se requiere de lideres se necesitan de conocimientos básicos y de tecnologías, para salir del laberinto, del caos, y romper el círculo vicioso.

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En el ensayo, El Archipiélago Político en el Perú, sobre la fragmentación política, expongo la conversión de las agrupaciones políticas nacionales en islas. Esta mutación, también convierte a sus líderes, de nacionales en regionales, los atrinchera en escenarios locales o regionales. Estábamos ante la paradoja de cómo hacer de una isla un continente, de lograr que un líder regional se convierta en nacional, cuando, por un hecho de corrupción manifiesto, se produce la caída del gabinete aprista, y el presidente convoca como primer ministro a un presidente regional. Por este malabarismo, como un mago, el presidente del Perú convierte una isla en un continente, a un presidente regional en un primer ministro del gobierno. Sin embargo, queda la interrogante ¿Podrá desterrar la corrupción el nuevo primer ministro? ¿Podrá dar solución a los problemas estructurales del país el nuevo primer ministro?

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Este hecho de mutación política, en el proceso electoral 2010-2011, nos sitúa a un líder regional, como primer ministro, en un escenario nacional, en campaña, con la tarea de volver a inscribir a su agrupación política, con el desafío de resolver problemas estructurales. En su primera declaración se comprometió a luchar contra la corrupción. ¿Podrá resolverlo? Podrá sumergirse en el subsuelo social oscuro, donde se reproduce incesante estructural y sistémica la corrupción y ponerlo en la superficie, poner ese mar putrefacto siempre oculto, a la luz de la sociedad.

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Para resolver un problema estructural, como es la corrupción, se requiere no sólo un primer ministro con buena voluntad, buenos deseos, honrado y honesto, sino, de una explicación científica, de sus causas, de sus procesos, de su sistema, para, sobre esta base diseñar la estrategia de su solución estructural y sistémica.

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En el actual escenario político esta en marcha un nuevo aluvión. También, en estos movimientos espontáneos, en el proceso, se busca el líder que lo represente, es posible, que los operadores políticos ya se estén fijando en el nuevo primer ministro. Es prematuro determinar con certeza si la cabeza de un nuevo aluvión va a concretarse en este personaje, que ha saltado de su isla regional al país, lo único cierto son los afanes de la formación del aluvión y los cientos de caudillos soñando ser su cabeza.

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También en el nivel político, en su subsuelo, en sus procesos profundos, encubiertos por los fenómenos superficiales, donde resaltan los escándalos, se impulsa la nueva institución política. El primer partido político del Perú esta emergiendo, consustancial a las tendencias del mundo moderno y a los nuevos contenidos, diferenciándose de las agrupaciones políticas informales. A estas alturas resulta evidente que ya no habrá dos o tres instituciones en el 2010-2911, como manifesté en el ensayo “Institución o aluvión político”, sino un solo partido político.

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El advenimiento de un nuevo partido, de un nuevo liderazgo, se ha convertido, en el Perú, en una espera siempre postergada, en una esperanza siempre renovada en cada proceso electoral. Así como los judíos esperan su Mesías los peruanos esperamos un nuevo partido y un nuevo líder. En los escenarios inciertos, caóticos, difíciles, ese advenimiento resulta complicado. Todos los elementos y las condiciones se han dado. El nuevo partido esta desenvolviéndose, manifestando su perfil, nombre, fundamentos y mensaje, en estas condiciones, se da vigencia del ensayo político, “Frente o Institución Política”.

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El nuevo partido político se denomina “Nuevo Tahuantinsuyo”, y, a diferencia de los partidos políticos del siglo pasado, sus fundamentos no responden a los paradigmas políticos de la civilización occidental, sino, al gran problema de la identidad colectiva, su fundamentación y la necesidad de existir responde a la gran interrogante de ¿Qué Somos?, en esta dirección fundamenta por qué nuestra identidad no es occidental, sino nos viene de la raíz civilizadora del Tahuantinsuyo, que se recompone en su núcleo con la teoría de lo Social. Luego de cinco siglos de mezcla, hemos logrado una gran síntesis civilizadora. El nuevo partido ha entrado en la escena política poniendo en el debate el gran tema de la identidad colectiva, acorde a la tendencia de la identidad que motiva el reordenamiento de las civilizaciones en el mundo.

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En el proceso de posicionamiento del partido Nuevo Tahuantinsuyo, en la difusión de su libro “Porqué un Nuevo Tahuantinsuyo”, se ha planteado la conformación de un gran frente tahuantinsuyano, de unir todas sus agrupaciones, con miras al proceso electoral 2010-2011. En estas condiciones se vuelve a plantear la gran interrogante: ¿Está vigente la formación de frentes teniendo por núcleo la identidad proveniente del Tahuantinsuyo?

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La respuesta es negativa, una experiencia en Huamanga, luego de la dada en Huancayo, son suficientes. En Huamanga se pidió, para formar parte del Frente, renunciar al nombre de Nuevo Tahuantinsuyo. Un partido que comienza renunciando a su nombre, para adherirse a un FRENTE, muere o desaparece en el conglomerado de agrupaciones minúsculas y marginales El nuevo partido fundamenta el nacimiento de una nueva civilización en América Latina, creada por los mestizos, en los procesos de migración del ande a las ciudades.

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Una observación al libro del “Porqué un Nuevo Tahuantinsuyo” es en relación a los términos izquierda y derecha. No es cierto, que si dejamos de lado el término izquierda ya no hay un término para designar a los partidos identificados con los pobres o con el pueblo, o si prescindimos del término derecha no tendremos un término para identificar a los partidos que representan a los ricos. La riqueza o la pobreza no son en absoluto correlativas con la derecha o la izquierda, este tipo de ecuaciones sociales conllevan a exponer absurdos o incoherencias. Los conceptos de riqueza y pobreza son históricos, cambian con el desarrollo de las sociedades, en las sociedades donde el conocimiento es la principal riqueza, pobres son los pueblos o los hombres que carecen de este medio económico, o son incapaces de hacer productivo y creativo al conocimiento. Para el análisis político, más en escenarios de caos, los términos políticos de izquierda y de derecha están huecos o vacíos, esto no significa que la relación entre los intereses económicos con los intereses políticos no se dan, pero, para determinar estas relaciones no necesitamos esos términos. La fundamentación sobre la obsolencia de estos términos se expone en el presente ensayo, y los considero plenamente vigentes.

Para el escenario del proceso electoral 2010-2011, se ha planteado el ensayo, “Institución o Aluvión Político”, y con miras a completar el esclarecimiento de este proceso, creo es oportuna una segunda edición del ensayo “Frente o Institución Política.”

Noviembre de 2008

 
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