TESIS
EL SOCIALISMO EN LIBERTAD
JULIO DURAND LAZO
NOTA:
Reproduzco las Tesis sobre el Socialismo en Libertad sin alterar ni modificar su forma y contenido, fueron formuladas en la década del 90, teniendo como base la Teoría de lo Social. Creo que en lo fundamental está vigente, al tratar en sus grandes trazos el tema del socialismo y el mercado y el socialismo y la libertad individual.
Lima 19 de Mayo de 2010
LA ESPERANZA:
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Desde hace miles de años, los hombres soñamos con una sociedad de bienestar, en un paraíso. Son Proyectos opuestos a la realidad cargada de males. Estos sueños navegan en una realidad tumultuosa y son la esperanza que renace y no muere.
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Las religiones tratan de poner un fin al sueño de la sociedad feliz. Este final lo determinan en una dimensión desconocida, de ultratumba. Nosotros aspiramos a un fin en este mundo, por tanto, persistimos en el antiguo sueño de una sociedad de bienestar, aspiramos a un paraíso terrenal.
LA SOCIEDAD HUMANA:
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Hace más o menos un millón de años, que nuestros antepasados vivieron, formando circuitos y rompiéndolos, satisfaciendo con mucho esfuerzo, sus necesidades básicas. Arduo, lento y difícil, fue el camino para salir de esta etapa y transitar a niveles superiores de sociedad.
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La sociedad humana creció, se dividió, se multiplicó, por toda la superficie del planeta, adaptándose y dominando el medio natural. Así, se formo sociedades humanas que se alejaron entre sí y se hicieron diferentes y extrañas. Al ser sus ritmos y desarrollos diferentes, se dio la diversidad cultural.
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Las sociedades, ya extrañas y lejanas, se volvieron a encontrar y a interrelacionarse. Así, se producen guerras o los intercambios de sus medios de realización social. Las sociedades se integran bien por el dominio de unas sobre otras, o por el intercambio de sus propiedades, así, forman imperios, o luchan por la liberación. Las guerras traen la muerte del hombre por el hombre, la esclavitud, la servidumbre, la dominación.
LO SOCIAL Y LA PROPIEDAD:
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Lo social es creador, por sus procesos se superan deficiencias, límites, necesidades, o se crean medios para esta superación. Lo social es fuerza magnética y atrae a los hombres y los impulsa a acciones creadoras y complementarias. Lo social en determinadas condiciones exige competir a los iguales para complementarse con sus diferentes.
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La propiedad es un proceso que genera relaciones de identificación, fijación, limitación y exclusión. Lo social y la propiedad son procesos (con principios y causas diferentes) que se encuentran y fusionan, penetran, conformando la realidad social. Cada sociedad lleva estrechamente unido a sus vínculos sociales relaciones de propiedad que lo atraviesan. Las relaciones de propiedad intensifican la competencia social, pero, en función de sus fines, identificar, fijar, limitar, excluir, las complementaciones o los medios de realización social.
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Las relaciones entre lo social y la propiedad, sea cual sea su forma, es la base de la sociedad humana. A las sociedades humanas las identificamos por las formas de propiedad dominantes: Parentesco, esclavitud, feudal, capitalista, Estatal, son formas de propiedad que dominan a las sociedades en su desarrollo histórico.
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Hasta el día de hoy prima la propiedad sobre el proceso social. Este dominio es causa de conflictos: guerras y explotación, con sus manifestaciones de pobreza. Miseria, expoliaciones, abusos, asesinatos, robos, etc. Esta es la realidad social que los hombres soñamos superar, sueños que no lograron concretarse por el dominio de la propiedad sobre lo social.
LAS UTOPÍAS SOCIALISTAS:
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Al fracasar los principios de la revolución francesa (fraternidad, igualdad, libertad) surgen los socialismos utópicos, con su crítica a la sociedad basada en la explotación capitalista. Son proyectos que dibujan una sociedad superior, armoniosa, solidaria, de realización social plena. Reivindican al trabajo, a la mujer, al arte, la ciencia y sus beneficios.
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El límite de los socialismos utópicos radica en que sus creadores buscaban el favor de los poderosos para la realización de sus sueños. Así, los socialistas utópicos murieron esperando la llegada del benefactor.
EL SOCIALISMO MARXISTA:
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El Proyecto marxista, en base a una interpretación global de las sociedades, plantea que el capitalismo constituye la última etapa de las sociedades basadas en la propiedad de los medios de producción. Con su superación, en el socialismo, empieza la verdadera historia, con libertad, de la sociedad humana.
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El mérito del Proyecto marxista es determinar las sociedades por las relaciones en torno a la propiedad de los medios de producción. Los propietarios esclavistas, siervos y señores feudales, obreros y capitalistas, se enfrentan en una lucha de clases. La fuerza social que sostiene y hace que la sociedad no se autodestruya en esta lucha es el Estado, que sostiene una sociedad a favor de los propietarios.
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De esta visión surge el Proyecto Socialista, para superar la explotación del hombre por el hombre. Proyecto que corresponde a la sociedad industrial europea. Este Proyecto determina la fuerza del cambio de la sociedad en la clase obrera, que organizándose políticamente, dirige el cambio revolucionario de la sociedad, es decir, la destrucción del Estado capitalista creando un Estado Socialista que socializa los medios de producción capitalistas.
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El Proyecto marxista tiene el mérito de apuntar al Poder social, al Estado, para su realización, sin esperar benefactores. Y no es el Estado de los capitalistas sino un nuevo Poder, el que la clase obrera tiene que crear.
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Otro gran mérito del Proyecto marxista es apuntar a las relaciones de propiedad privada de los medios de producción capitalistas, para construir la sociedad socialista. Es el nuevo Estado, en representación de la sociedad, que socializa y controla los medios de producción. Así, el socialismo lo organiza, dirige, ordena, el Estado. Así, se realiza el Principio de A CADA QUIEN SEGÚN SU TRABAJO. Estado de democracia para los trabajadores y dictadura para las clases derrotadas capitalistas. Mientras se pretenda restaurar el capitalismo, la lucha de clases se da. Solo con la superación de esta lucha será posible la sociedad sin clases, el comunismo, la sociedad del pleno bienestar.
LA REALIZACIÓN DEL PROYECTO MARXISTA:
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El Proyecto marxista despertó fuerzas sociales poderosas en dirección de la revolución social, quedando el socialismo utópico como literatura precursora, y el anarquismo, con su Proyecto Libertario, en su ataque a todo Estado y Religión, fue relegado. Libre de competencias el Proyecto marxista se propago por el mundo, iniciando la lucha política y revolucionaria, como dirección de la revolución socialista.
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No son los países capitalistas, como Inglaterra, Francia, Alemania, donde se realiza el Proyecto, como los pronosticaron sus creadores, Marx y Engels. Son países retrasados, en su desarrollo económico, con Estados absolutos, con poblaciones empobrecidas, donde se propaga y genera revoluciones el Proyecto marxista. Así, se realiza en sociedades donde domina la pobreza, la explotación, las dictaduras, en guerras o en luchas de liberación.
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Al ser realidad el Proyecto, el mundo se divide en países socialistas y capitalistas, con diferencias culturales, va triunfando el Proyecto marxista, como modelo de la sociedad socialista a construir. Este modelo tiene por eje al Estado, por medio del cual gobiernan los partidos marxistas, monopolizando el Poder. Este Estado planifica y dirige la economía, establece metas, organiza la producción y la distribución, establece los sueldos, organiza y dirige la educación en todos los niveles, con el marxismo como ideología.
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Esta realidad se consolida, bajo el eje del Estado, persiguiendo a los opositores ideológicos, sin dar lugar a otros partidos, a otros proyectos diferentes, haciendo de sus fundadores y líderes verdaderos mitos. En un proceso histórico, en todos los continentes, el Estado socialista, bajo el Proyecto marxista, se multiplica, dividiendo al mundo, en una lucha entre Estados, en una lucha ideológica.
LA REVOLUCIÓN IDEOLÓGICA Y ORGANIZACIONAL
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Mientras los Estados Socialistas y los Estados Capitalistas se enfrentan en lo ideológico y político, la economía capitalista se desarrolla. Un nuevo Proyecto se presenta como filosofía o concepción administrativa, que predica el cambio mediante la Calidad, para la satisfacción plena del cliente. Es un cambio continuo para alcanzar la Excelencia, así, el nuevo Proyecto empieza a transformar las empresas capitalistas, generando una verdadera revolución organizacional. El modelo burocrático, piramidal, entra en crisis y en su lugar se crean organizaciones flexibles, de gran movilidad, horizontales, con gran participación de los trabajadores. Así, las empresas se vuelven competitivas en los mercados, con productos o servicios de gran calidad.
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A la transformación organizacional se relaciona la revolución tecnológica en los campos de la microelectrónica, la informática, la genética, las comunicaciones, que, en su interrelación, con la revolución de la calidad, revolucionan la economía de la sociedad, despertando fuerzas poderosas.
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La revolución tecnológica organizacional, solo exige libertad para competir, para llevar sus productos, en el mercado mundial, por tanto, encuentra en el liberalismo su ideología. Bajo esta concepción la economía se dinamiza, los mercados se vuelven fluido e interrelacionantes
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Los Estados Socialistas, correspondientes a la Etapa del capitalismo industrial y a su modelo burocrático, incapaces de adaptarse a la nueva corriente del cambio, entran en crisis. No es la guerra fría, la política, la que pulveriza las casi estáticas economías del socialismo marxista, sino, la incontenible corriente de innovación tecnológica y organizacional. Sus productos por diversos mecanismos, invaden sus sociedades. Las reformas económicas ya no son posibles para la Unión Soviética y los Socialismos de Europa Oriental, sus sistemas se desploman. China con flexibilidad, sin renunciar al Poder Político, se adapta a una economía de mercado.
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El mundo se convulsiona desde la economía, el Proyecto marxista se vuelve impracticable en esta revolución. La Calidad, la Reingeniería, la Excelencia, como concepciones, llegan a los países pobres, con su propaganda, sus productos. El Proyecto de la Calidad reemplaza al Proyecto marxista como esperanza social. Los países subdesarrollados comienzan a implementar los Principios de la Calidad, o Reingeniería, en sus empresas, el ejemplo del Japón y otros países asiáticos, son ahora las nuevas fuentes de inspiración. De pronto ha enmudecido la prédica marxista, su inmensa propaganda se paraliza, comienza la prédica de la Calidad, de la nueva competencia, su literatura (copiosamente pirateada) invade la sociedad.
SUBSISTENCIA DEL PROBLEMA:
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Al derrumbarse el Proyecto marxista, se derrumba la realidad creada por ella, su gesta social se convierte en historia del cambio de las sociedades. Los marxistas se hallan desorientados ante la nueva corriente, o se convierten en liberales o propulsores de la nueva modernidad.
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Los problemas de la sociedad, cuya raíz se halla en la relación de lo social y la propiedad, siguen en pie. No lo resolvió el marxismo, tampoco lo resuelve la nueva corriente. El mercado no lo puede resolver por ser un campo exclusivo de la propiedad, no es otra cosa que el mecanismo del intercambio de las relaciones de propiedad. Por tanto, la sociedad sigue manifestando los conflictos de su vieja relación entre la propiedad y lo social, como son las guerras, las desigualdades, la dominación, la pobreza, y, nuevos problemas inherentes a la misma revolución administrativa-tecnológica.
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Para el liberalismo la historia termina con la economía de mercado y la democracia política, que son el triunfo de los Principios de la revolución francesa. Solo restaría esperar que progresivamente el mundo se transforme en esta dirección, ya no hay porque esperar un nuevo Proyecto.
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Es necesario un nuevo Proyecto que resuelva la relación entre lo social y la propiedad, superando los límites del Proyecto marxista y del Proyecto de la calidad. El marxismo ya no es aplicable, y el liberalismo, con su economía de mercado, mantiene la relación entre la propiedad y lo social a favor de la propiedad. El marxismo al convertirse en el paradigma del socialismo, en el único, no pudo enriquecerse, ni recibir el aporte de otros Proyectos. Su acierto fue vincular la propiedad a la sociedad, pero, no pudo diferenciar a lo social y a la propiedad como procesos diferentes.
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El nuevo Proyecto no puede caer en estos errores, debe sí asumir los aciertos del marxismo, como fue apuntar al Poder, para crear bases, dar dirección social.
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El Proyecto marxista al vincular el socialismo con el Estado, quedó confinado en los límites del Estado, el socialismo quedó prisionero del Estado y ya no pudo liberarse. El socialismo marxista quedó preso de las relaciones de propiedad Estatales. Al final la ideología marxista fue sólo la justificación de una nueva clase social, política, burocrática. Como Estado, el socialismo se vio obligado a competir con otros Estados, subordinando todo a lo político.
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El Proyecto marxista no pudo crear los mecanismos para dominar a la propiedad, o invertir la relación, hacer que lo social domine a la propiedad, sólo suprimió, o pudo diques a las relaciones de propiedad. Las fuerzas sociales siguieron prisioneras en el mundo marxista sin poder liberarse y abrirse creadoras.
UN NUEVO PROYECTO SOCIALISTA
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El socialismo será el sistema de lo social que domine a la propiedad, lo social que será principio y fin del hombre. En este socialismo lo social está al mando, dirige, prima, organiza, sobre las tendencias a la propiedad.
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Lo social se da cuando un hombre es por, con, para, en otro hombre. Este modo de ser es la fuerza creadora que crea y transforma la sociedad. Lo social ha estado y aun está dominada por la propiedad, es decir, por los procesos de identificación, de limitación, de exclusión. El socialismo no podrá realizarse jamás si estas tendencias a la propiedad dominan lo social.
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El problema es liberar a lo social de la propiedad, esto requiere un Proyecto socialista, cuya realización sea opcional, libre opción para unirse y organizarse y crear el socialismo, como un sistema social donde se da dominando las tendencias a la propiedad. El nuevo socialismo se da entre los socialistas que dominan a la propiedad, y no como misión de la clase obrera.
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El Proyecto socialista se creará a partir de la economía de mercado, de los procesos de intercambio de propiedades. Partimos del hecho de una sociedad totalmente dominada por los procesos de propiedad, por tanto, tenemos que utilizar este mecanismo para liberar a lo social de la propiedad y dominarlo dentro del sistema socialista creado. Por el mercado obtendremos propiedades, sobre diferentes modos de realización social, y al integrarse al sistema socialista, serán subordinados y dominados en función de lo social.
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El socialismo en su interior crea una economía social (que sería superior a la economía de mercado) de movimientos rápidos, donde no domina la propiedad sino la realización social. El socialismo se cierra al exterior, defendiéndose de los procesos dominantes de la propiedad. Sin embargo, no hay aislamiento, sino, competencia en el mercado, en términos de calidad y creatividad, fundamentalmente de plasmación social. Así, el socialismo, por el mercado, va arrebatando más y más a la sociedad los medios sujetos a la propiedad y al interés privado y los va liberando y subordinando en su interior al interés social. Así, se dará un proceso de transición acelerado, siempre y cuando, el sistema socialista sea el mejor para la sociedad toda.
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El Proyecto socialista nos obliga a crear un sistema social que abarque los campos de la sociedad, economía, política, educación, cultura, los socialistas tenemos que crear productos, valores, estilos de vida, tenemos que crear el magnetismo social necesario para atraer e integrar cada vez más personas que opten libremente por el socialismo.
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El nuevo Proyecto socialista reconoce la realidad del mercado, la realidad dominada por la propiedad, reconoce a las sociedades organizadas en Estados y Naciones, pero, afirma, su universalidad. Libremente, con las mismas reglas de juego de la economía de mercado, va creando una realidad social diferente, que domina y regula a la propiedad.
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El Proyecto socialista reconoce la necesidad de la lucha política, del sistema democrático, no tanto, para hacer del socialismo una economía de Estado, sino, para impulsarlo libremente, legalmente, canalizando fuerzas sociales. Así, no sólo tenemos que competir en términos del mercado, sino, también, en términos políticos, en las elecciones democráticas, impulsando cada vez la democracia y la participación social.
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El nuevo Proyecto socialista por estas características, es libertario y democrático, competitivo, creador, interna y externamente. Seremos los socialistas unidos libremente, comprometidos con la realización del Proyecto, los que acrecentemos las fuerzas sociales creadoras de lo social, los que al final haremos que la sociedad sea socialista en todos sus aspectos, triunfando sobre los sistemas donde domina la propiedad.
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El sueño de los utopistas socialistas, de los anarquistas, de los marxistas, renace, se enriquece, y acrecienta sus posibilidades de realización. Los miles y millones de socialistas del mundo lo realizaremos.
SOCIALISTAS DEL MUNDO UNIOS.
